sábado, 28 de marzo de 2015

Casualidad

| | 0 comentarios

“Y debo decir que confío plenamente en la casualidad de haberte conocido. Que nunca intentaré olvidarte, y que si lo hiciera, no lo conseguiría. Que me encanta mirarte y que te hago mío con solo verte de lejos. Que adoro tus lunares y tu pecho me parece el paraíso. Que no fuiste el amor de mi vida, ni de mis días, ni de mi momento. Pero que te quise, y que te quiero, aunque estemos destinados a no ser.”
— Estefanía Mitre.
leer más...

Qué significa mantener la palabra empeñada?

| | 1 comentarios

Llevo días, pensando y reflexionando sobre lo que realmente significa la palabra dada, debido a una serie de hechos y personas que de alguna manera han empeñado su palabra…y que lamentablemente, han olvidado al parecer lo que significa o más bien tenemos conceptos errados.
Dentro de la relación de ideas, casi siempre podemos concluir en la importancia relativa que suele tener, hoy por hoy, el valor de la palabra empeñada, situación que indudablemente no es ajena a cada uno. Pero si lo pensamos bien, ¿qué significa mantener la palabra empeñada?
Desde mi formación y mirada, significa que debemos dar cumplimiento a lo prometido, es decir, hacernos cargo de la acción definida para tales efectos, el resultado de eso, es la concordancia entre lo dicho y lo hecho. O sea, es la consecuencia tan anhelada, de la cual exigimos muchas veces, pero que reclamamos por parte de terceros y porque no, de parte nuestra.
Significa que la palabra empeñada pasa a ser ley, por lo tanto, al hacernos cargo de las cosas señaladas, debemos responder a la expectativa creada, y luego de ello, mantener un protocolo de conducta que nos permite ser considerados personas creíbles.
Significa que de no cumplirse lo prometido, nos enfrentamos poco a poco a la permeabilidad de las cosas y de los hechos, por lo tanto, la relatividad de las cosas gana terreno, luego, todo nos parecerá probable, pero nunca haremos nada con todas las energías, ya que tendremos en la retina del inconsciente, la sensación de posibilidad y no de hechos.
Significa que ya nada puede ser pensado para siempre, por ende, las personas y las cosas, tendrán la idea de recambiable, de transacción, de lo desechable o algo que se le parezca. Por eso, ya nada puede pensarse ni siquiera como posibilidad, trasladando la interpretación de los valores sociales.
La relativización del valor de la palabra derrumba las democracias, permea las relaciones, da vida a los demagogos, genera todo tipo de males, que si no son considerados en un análisis personal de vida y actos, lo correcto pasa a considerarse obsoleto y que por cierto, cada vez vemos más.
La palabra dada,  es como nuestra principal tarjeta de presentación. El valor que doy a mi palabra es mi identidad, define lo que soy, quien soy y como me relaciono con los demás. Define mi credibilidad,  establece si soy o no digno de confianza no sólo en lo personal sino en lo profesional. Mi palabra soy yo. Si algo puede establecer lo que valgo es la credibilidad en lo que digo, por las implicaciones que tiene. Incluso la credibilidad en lo que No comunico verbalmente pero transmito de manera No verbal.
Es cierto que actualmente el valor de la palabra dada está a la baja. Y no sólo de la palabra comprometida verbalmente, sino de la escrita y concertada en cualquiera de los medios de comunicación que nos permiten emitir nuestros mensajes sin tener siquiera que hablar con la otra persona.
Ya no se hace extraño el anular reuniones, visitas, consultas y citas mediante mensajes de e-mail o whatsApp, a veces incluso con posterioridad a la hora en la que hipotéticamente deberían haber comenzado. Cada vez es más frecuente el incumplir los compromisos. De igual modo que la frase “¿dónde está eso escrito?”  es cada vez más habitual.
A pesar de que la palabra empeñada cada vez es menos sinónimo de garantía debemos esforzarnos en dotar de valor a la nuestra, contribuir a otorgar de nuevo y valor real a los conceptos de honestidad, compromiso, palabra otorgada. No ser solamente tópicos con los que nos expresamos de manera grandilocuente ni que añadimos como valores propios o de sociedad. Es necesario generar un clima de confianza alrededor nuestro, y porque no, ser ejemplo.
Desde el tema personal, familiar, pareja, profesional y formativo, es importante no prometer a los niños aquello que no vamos a cumplir, para no generar falsas expectativas y posteriores decepciones, ni temores infundados. Debemos contribuir a establecer un clima de confianza, para enseñar a aquellos para quienes somos ejemplo un comportamiento responsable y sincero. Será difícil el pedir a los niños y adolescentes sinceridad y compromiso, si están acostumbrados a que los adultos lo incumplamos de manera sistemática. Es cierto que en ocasiones no somos conscientes de lo que hacemos, prometemos ir al parque o al cine, cuando sabemos que posiblemente no podamos hacerlo. Generamos una ilusión y motivamos a hacer algo con la promesa de una recompensa que no damos, no por mala fe, sino por imposibilidad de disponer de tiempo o medios.
Intentemos recuperar aquellos valores que han ido perjudicando a nuestra sociedad.
Lorena Stagnaro Navarrete.

leer más...

Queda prohibido!

| | 0 comentarios

Queda prohibido llorar sin aprender
levantarte un día sin saber qué hacer,
tener miedo a tus recuerdos.

Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños.

Queda prohibido no demostrar tu amor,
hacer que alguien pague tus deudas y mal humor.

Queda prohibido dejar a tus amigos,
no comprender lo que vivieron juntos,
llamarles sólo cuando los necesitas.

Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas que no te importan,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere.

Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo
cuando puedes,
tener miedo a la vida y a lo que implica
no vivir cada día como si fuera el último suspiro.

Queda prohibido echar a alguien de menos
sin alegrarte, olvidad sus ojos y su risa
todo por que sus caminos han dejado de abrazarse,
olvidar su pasado y pagarlo con su presente.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas
pensar que sus vidas valen más que la tuya,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha,
no tener un momento para la gente que te necesita,
no comprender que lo que la vida te da,
también te lo quita.

Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
queda prohibido no pensar que sin ti este mundo no sería igual.

Pablo Neruda
leer más...

El hilo rojo del destino

| | 0 comentarios


En el otro lado del mundo, más específicamente en Japón, existe una famosa leyenda llamada “el hilo rojo del destino“, la misma cuenta que las personas predestinadas a conocerse se encuentran unidas por un hilo rojo atado al dedo meñique y este nunca pero nunca podrá cortarse, porque justamente esta predeterminado por el sagrado destino japones.

La leyenda además cuenta con una explicación científica y biológica, el hilo rojo del destino se llama así por la arteria ulnar, que es la que conecta el corazón con el dedo meñique en el organismo humano.

Este hilo rojo en la creencia japonesa simbolizaba el interés compartido y la unión de los sentimientos entre dos personas de sexo opuesto.De esta leyenda es que surge la famosa costumbre mundial y que vemos en muchas películas de hollywood, cuando dos personas se realizan una promesa, se cruzan los dedos meñiques.

Las personas que estén unidas por ese hilo rojo, estarán destinadas a tener un lazo afectivo muy fuerte y sincero. Además se cree que viene con ellas desde su nacimiento.

Este hilo que une a dos personas, existe independientemente del momento de sus vidas en el que las personas se encuentren y conozcan. No puede romperse en ningún caso, aunque a veces pueda estar más o menos tenso, pero es, siempre, una muestra del vínculo que existe entre ellas.

Anónimos. Cuentos del alma
leer más...

sábado, 17 de julio de 2010

SUEÑOS DE SEMILLA

| | 1 comentarios



En el silencio de mi reflexión percibo todo mi mundo interno como si fuera una semilla, de alguna manera pequeña e insignificante pero también pletórica de potencialidades.
...Y veo en sus entrañas el germen de un árbol magnífico, el árbol de mi propia vida en proceso de desarrollo.
En su pequeñez, cada semilla contiene el espíritu del árbol que será después. Cada semilla sabe cómo transformarse en árbol, cayendo en tierra fértil, absorbiendo los jugos que la alimentan, expandiendo las ramas y el follaje, llenándose de flores y de frutos, para poder dar lo que tienen que dar.
Cada semilla sabe cómo llegar a ser árbol. Y tantas son las semillas como son los sueños secretos.
Dentro de nosotros, innumerables sueños esperan el tiempo de germinar, echar raíces y darse a luz, morir como semillas... para convertirse en árboles.
Árboles magníficos y orgullosos que a su vez nos digan, en su solidez, que oigamos nuestra voz interior, que escuchemos la sabiduría de nuestros sueños semilla.
Ellos, los sueños, indican el camino con símbolos y señales de toda clase, en cada hecho, en cada momento, entre las cosas y entre las personas, en los dolores y en los placeres, en los triunfos y en los fracasos. Lo soñado nos enseña, dormidos o despiertos, a vernos, a escucharnos, a darnos cuenta.
Nos muestra el rumbo en presentimientos huidizos o en relámpagos de lucidez cegadora.
Y así crecemos, nos desarrollamos, evolucionamos... Y un día, mientras transitamos este eterno presente que llamamos vida, las semillas de nuestros sueños se transformarán en árboles, y desplegarán sus ramas que, como alas gigantescas, cruzarán el cielo, uniendo en un solo trazo nuestro pasado y nuestro futuro.
Nada hay que temer,... una sabiduría interior las acompaña... porque cada semilla sabe... cómo llegar a ser árbol...

cuentos de Jorge Bucay
leer más...

lunes, 12 de julio de 2010

AMARSE CON LOS OJOS ABIERTOS

| | 2 comentarios


Quizás la expectativa de felicidad instantánea que solemos endosar al vínculo de pareja, este deseo de exultancia, se deba a un estiramiento ilusorio del instante de enamoramiento.
Cuando uno se enamora en realidad no ve al otro en su totalidad, sino que el otro funciona como una pantalla donde el enamorado proyecta sus aspectos idealizados.
Los sentimientos, a diferencia de las pasiones, son más duraderos y están anclados a la percepción de la realidad externa. La construcción del amor empieza cuando puedo ver al que tengo enfrente, cuando descubro al otro. Es allí cuando el amor reemplaza al enamoramiento. Pasado ese momento inicial comienzan a salir a la luz las peores partes mías que también proyecto en él. Amar a alguien es el desafío de deshacer aquellas proyecciones para relacionarse verdaderamente con el otro. Este proceso no es fácil, pero es una de las cosas más hermosas que ocurren o que ayudamos a que ocurran.
Hablamos del amor en el sentido de "que nos importa el bienestar del otro".Nada más y nada menos. El amor como el bienestar que invade cuerpo y alma y que se afianza cuando puedo ver al otro sin querer cambiarlo. Más importante que la manera de ser del otro, importa el bienestar que siento a su lado y su bienestar al lado mío. El placer de estar con alguien que se ocupa de que uno esté bien, que percibe lo que necesitamos y disfruta al dárnoslo, eso hace al amor.
Una pareja es más que una decisión, es algo que ocurre cuando nos sentimos unidos a otro de una manera diferente. Podría decir que desde el placer de estar con otro tomamos la decisión de compartir gran parte de nuestra vida con esa persona y descubrimos el gusto de estar juntos. Aunque es necesario saber que encontrar un compañero de ruta no es suficiente; también hace falta que esa persona sea capaz de nutrirnos, como ya dijimos, que de hecho sea una eficaz ayuda en nuestro crecimiento personal.
Welwood dice que el verdadero amor existe cuando amamos por lo que sabemos que esa persona puede llegar a ser, no solo por lo que es.
"El enamoramiento es más bien una relación en la cual la otra persona no es en realidad reconocida como verdaderamente otra, sino más bien sentida e interpretada como si fuera un doble de uno mismo, quizás en la versión masculina y eventualmente dotada de rasgos que corresponden a la imagen idealizada de lo que uno quisiera ser. En el enamoramiento hay un yo me amo al verme reflejado en vos." Mauricio Abadi.
Enamorarse es amar las coincidencias, y amar es enamorarse de las diferencias.

cuentos para pensar..Jorge Bucay
leer más...

jueves, 28 de enero de 2010

COMO CRECER?

| | 0 comentarios


Jorge Bucay

Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.
El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.
Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa.
La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble. Entonces encontró una planta, una fresia,floreciendo y más fresca que nunca.
El rey preguntó:
¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?
No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: "Intentaré ser Fresia de la mejor manera que pueda".
Ahora es tu turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mirate a vos mismo.
No hay posibilidad de que seas otra persona.
Podes disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor por vos, o podes marchitarte en tu propia condena...
leer más...

lunes, 25 de enero de 2010

EL REY CICLOTÍMICO

| | 1 comentarios

jorge Bucay


Había una vez un rey muy poderoso que reinaba un país muy lejano. Era un buen rey. Pero el monarca tenía un problema: era un rey con dos personalidades.
Había días en que se levantaba exultante, eufórico, feliz. Ya desde la mañana, esos días aparecían como
maravillosos. Los jardines de su palacio le parecían más bellos. Sus sirvientes, por algún extraño fenómeno, eran amables y eficientes esas mañanas.
En el desayuno confirmaba que se fabricaban en su reino las mejores harinas y se cosechaban los mejores frutos. Esos eran días en que el rey rebajaba los impuestos, repartía riquezas, concedía favores y legislaba por la paz y por el bienestar de los ancianos. Durante esos días, el rey accedía a todos los pedidos de sus súbditos y amigos.
Sin embargo, había también otros días. Eran días negros. Desde la mañana se daba cuenta de que hubiera preferido dormir un rato más. Pero cuando lo notaba ya era tarde y el sueño lo había abandonado.
Por mucho esfuerzo que hacía, no podía comprender por qué sus sirvientes estaban de tan mal humor y ni siquiera lo atendían bien. El sol le molestaba aun más que las lluvias. La comida estaba tibia y el café demasiado frío. La idea de recibir gente en su despacho le aumentaba su dolor de cabeza.
Durante esos días, el rey pensaba en los compromisos contraidos en otros tiempos y se asustaba pensando en cómo cumplirlos. Esos eran los días en que el rey aumentaba los impuestos, incautaba tierras, apresaba opositores.
Temeroso del futuro y del presente, perseguido por los errores del pasado, en esos días legislaba contra su pueblo y su palabra más usada era NO. Consciente de los problemas que estos cambios de humor le ocasionaban, el rey llamó a todos los sabios, magos y asesores de su reino a una reunión.
—Señores –les dijo— todos ustedes saben acerca de mis variaciones de ánimo. Todos se han beneficiado de mis euforias y han padecido mis enojos. Pero el que más padece soy yo mismo, que cada día estoy deshaciendo lo que hice en otro tiempo, cuando veía las cosas de otra manera.
Necesito de ustedes, señores, que trabajéis juntos para conseguir el remedio, sea brebaje o conjuro que me impida ser tan absurdamente optimista como para no ver los hechos y tan ridículamente pesimista como para oprimir y dañar a los que quiero.
Los sabios aceptaron el reto y durante semanas trabajaron en el problema del rey. Sin embargo todas las alquimias, todos los hechizos y todas las hierbas no consiguieron encontrar la respuesta al asunto planteado. Entonces se presentaron ante el rey y le contaron su fracaso.
Esa noche el rey lloró.
A la mañana siguiente, un extraño visitante le pidió audiencia. Era un misterioso hombre de tez oscura y raída túnica que alguna vez había sido blanca.
—Majestad –dijo el hombre con una reverencia—, del lugar de donde vengo se habla de tus males y de tu dolor. He venido a traerte el remedio.
Y bajando la cabeza, acercó al rey una cajita de cuero. El rey, entre sorprendido y esperanzado, la abrió y buscó dentro de la caja. Lo único que había era un anillo plateado.
—Gracias –dijo el rey entusiasmado— ¿es un anillo mágico?
—Por cierto lo es –respondió el viajero—, pero su magia no actúa sólo por llevarlo en tu dedo...
Todas las mañanas, apenas te levantes, deberás leer la inscripción que tiene el anillo. Y recordar esas palabras cada vez que veas el anillo en tu dedo.

El rey tomó el anillo y leyó en voz alta:

Debes saber que ESTO también pasará.
leer más...

jueves, 14 de enero de 2010

Yo te invito a caminar conmigo

| | 0 comentarios


Yo voy a amarte sin palabras,
Sin una coma, sin puntuación.
Quiero sumarte a mi bandada
De cuervos muertos, sin hilación
Y hacer historia con mis actos llenos
Y repetir la misma escena luego
Para poder decir mañana:
No fui malo, ni fui bueno.

Estoy en deuda con lo nuevo
Con la verdad, con la aventura y el placer
Siento una rabia que me enfermo
Cuando me dicen lo que debo hacer
Con el oportunismo tengo un duelo
Con las cabezas como el hierro viejo
Y sin embargo estoy amando
Y abro un trillo sobre el fango.

Quisiera ahora desgajar
Mi larga rama de palabras
Y echarlas todas a volar
Sobre las almas de las almas
Y que estallen y que muerdan
Y que sus semillas prendan
Y que todo sea mejor.

Yo voy amarte como a un cuento
Y como a un disco volador
Sólo podrás cantar conmigo
Pues no sé hacer algo mejor
Pero recuerda que yo odio y quiero
Que tengo un prisma de colores nuevos
Y que me iré a soñar al trueno
de un país desconocido.

Yo te invito a caminar conmigo
aunque sea siempre un perseguido.


Silvio Rodríguez(1968)
leer más...

domingo, 3 de enero de 2010

Más que un cuento....una lección para no olvidar..

| | 0 comentarios

El Elefante Encadenado de Jorge Bucay


Ilustraciones Gusti.Ediciones Serres RBA.




Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante.Durante la función, la enrome bestia hacia despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal...



Pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavadas a una pequeña estaca clavada en el suelo.



Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.

El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía 5 o 6 años yo todavía en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.

Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta. Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca.



Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía... Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...

leer más...
 
 

Diseñado por: Compartidísimo
Con imágenes de: Scrappingmar©

 
Ir Arriba